Por: Lynda Guzmán.
Llegamos a mitad de temporada de La Casa del Dragón, con un quinto episodio en lo que pasa de todo, desde muertes, alianzas, una boda y sobre todo, el descubrimiento de una verdad que cambia las piezas del juego, en una serie que capítulo a capítulo no hace más que mejorar.
El comienzo de este episodio es todo lo que podemos pedir al puro estilo Juego de Tronos, el asesinato Lady Rhea a manos de su esposo Daemon es impresionante, porque ella era una mujer fuerte y que no teme decirle a él lo que verdaderamente piensa, es una pena que él no la quisiera como esposa, hubiera sido una magnífica compañera.
Rhaenyra, viaja con su padre Viserys I para que éste negocie la boda entre ella y su primo Laenor, hijo de Corlys Velaryon y Rhaenys Targaryen, quienes humillan al rey no recibiéndole a la entrada de su castillo sino en la sala del trono, allí Rhaenys descubre que Viserys ha perdido dedos de una mano y nota su precaria salud.
Viserys se salva de la humillación total, al negociar que los hijos de Rhaenyra y Laenor tendrán apellido Velaryon aunque quien ascienda al trono, sea hombre o mujer, llevará el apellido Targaryen, un punto para su maltrecho honor.
Mientras los padres de Rhaenyra y Laenor discuten su futura boda, ellos tienen una charla sobre sus intereses personales, es Rhaenyra la que le propone a su primo que toda vez ellos cumplan con el deber real de presentar a un heredero que garantice la estabilidad en el trono, ellos podrán elegir amantes a su conveniencia, ya que nos enteramos que Laenor no está interesado en las mujeres, sino más bien en su escudero, con este trato, los dos tendrán contentas a sus familias y ellos podrán disfrutar en la intimidad de la compañía que prefieran.
En la Fortaleza Roja, la reina Aliscent se convierte poco a poco en una nueva persona ya que abre los ojos a tres verdades, la primera a través de su padre Otto Hightower, que es forzado a irse de la corte tras ser reemplazado como Mano del Rey por Sir Lyonel Strong, éste le dice que apostar por su amiga no es una buena idea, ya que al final sus hijos serán una amenaza para sus intenciones de ser reina, por lo que debe cuidar a sus hijos para ser reyes si no los quiere perder en un futuro.
La segunda verdad llega sutilmente del hijo de la nueva Mano del Rey, Laris Strong, quien le dice a Aliscent que el rey le mandó un bebedizo en la época en la que se decía que Rhaenyra tuvo relaciones sexuales con Daemon, allí es cuando ella se da cuenta que tanto su amiga como su esposo la engañaron.
La tercera verdad la descubre de la boca de Sir Criston Cole, que le dice que es con él con quien Rhaenyra se acostó, dejando desolada a la reina y tomando la decisión de proteger a sus hijos y usar de nuevo los colores de su casa.
En este capítulo vimos cómo Criston Cole vio cómo su amor por la princesa Rhaenyra se rompió en mil pedazos, cuando él le propone escapar a las tierras libres para disfrutar de su amor, ella de una forma bastante delicada le dice que no puede ser ya que ella es el futuro de la corona y debe cumplir con sus obligaciones, aunque todos sabemos que en realidad ella no le ama. Así ve el destruido su honor y su corazón.
Llega finalmente el día de la cena pre boda, en la que la declaración de intenciones de Aliscente se pone de manifiesto, primero llegando tarde e interrumpiendo el discurso de su esposo, luego llamando hijastra a su antigua amiga, y por último vistiendo de verde Hightower, algo que su tío celebra.
Como toda buena boda en Poniente, siempre hay muertos, y en este caso es la del amante del futuro rey consorte por los puños de Criston Cole, aunque previamente Geoffrey le había dicho a Criston que sabía qué él era el amante de la princesa, pero que era bueno para ellos saberlo, ya que el bienestar de los futuros esposos aseguraba el bienestar de los cuatro, no se sabe si esta conversación fue lo que provocó la ira de Criston, pero lo terminó matando a enfrente de todos los asistentes a la cena.
El capítulo termina con el matrimonio bastante apresurado de Rhaenyra y Laenor, con nuevas alianzas en ciernes, como la de Daemon y la hermana de Laenor Velaryon, o la de Laris Strong y Criston Cole con la reina Aliscent.
Con este episodio despedimos a las actrices que dan vida a las jóvenes Rhaenyra y Aliscente, ya que tendremos un salto de 10 años para la sexta entrega de la primera temporada, será una pena porque estas jóvenes han realizado un papel magnífico en sus respectivos personajes.
Déjanos en los comentarios tu opinión sobre estos primeros cinco episodios de La Casa del Dragón y cuáles son tus expectativas sobre el futuro de estos dos antiguas amigas.