La nueva entrega del Universo Cinematográfico de Marvel (UCM), Captain America: Brave New World, es justo lo que los tráilers prometieron: una película entretenida, pero con una trama que se queda a medio camino entre la épica y lo predecible. No sorprende, pero cumple con ofrecer dos horas de acción y momentos que logran atrapar al espectador por pura inercia del universo Marvel.
Si bien el tono de la película es más serio de lo que muchos podrían esperar, esta decisión no le sienta mal. La comedia, uno de los sellos de la franquicia, esta vez cede un poco de espacio para darle mayor peso a la narrativa. Es un cambio que se agradece, aunque no termina de ser suficiente para darle verdadera profundidad a la historia.
Anthony Mackie, quien toma el manto de Capitán América, demuestra que tiene el carisma necesario para liderar esta nueva etapa del UCM. Su interpretación es sólida y, en gran medida, es lo que sostiene la película. Sin embargo, no todos los personajes logran justificar su presencia en la trama; algunos parecen estar ahí solo para llenar espacio, sin aportar nada realmente significativo.
El villano, un aspecto crucial en cualquier cinta de superhéroes, queda muy por debajo de las expectativas. Le falta fuerza y, sobre todo, esa dosis de intimidación necesaria para ser memorable. En este caso, no basta con una historia bien construida; la interpretación también se queda corta. Incluso la participación de Harrison Ford, uno de los grandes nombres del elenco, resulta un tanto caótica y no termina de encajar del todo bien en el desarrollo de la película.
En cuanto a los efectos visuales, es un terreno de claroscuros. La batalla naval es un momento destacado y el CGI del Hulk Rojo se ve bastante bien. Sin embargo, los efectos del villano podrían haber sido mucho más impactantes, lo que habría elevado algunas de las secuencias clave de la película.
El golpe de nostalgia se da con la aparición de un viejo conocido del UCM que logra arrancar sonrisas y darle un toque especial a la cinta. Este momento, más que por su relevancia en la trama, destaca por el simbolismo y el peso emocional de volver a ver a este personaje en pantalla.
Captain America: Brave New World es, en definitiva, una película que se mantiene a flote gracias a sus momentos puntuales y al cariño del público por el UCM. No es la entrega más memorable, pero para los fanáticos de Marvel será un buen entretenimiento de fin de semana.
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