Por: Lynda Guzmán.
Llegó el final de la serie Skeleton Crew, la nueva entrega de Star Wars, creada para tratar de conquistar a un público más infantil, con un elenco principal de niños teniendo una aventura al estilo de los Goonies.
En siete semanas y ocho capítulos, Disney +, nos entregó lo mismo a lo que nos tiene acostumbrados, una serie de Star Wars que no se siente de la franquicia, con personajes a los que no les tomas mayor cariño, eso sí, muy preocupados en mostrar diversidad y mujeres empoderadas.
Los protagonistas son Fern (Ryan Kiera Armstrong), KB (Kyriana Kratter), Wim (Ravi Cabot-Conyers) y Neel (Robert Timothy Smith). Estos cuatro niños viven en el planeta At Attin, incomunicado con el resto de la galaxia, en el que se espera que sigan las reglas y tengan un futuro ya predeterminado.
Wim vive con su padre y sueña con ser un Jedi, por lo que busca información de ellos en donde puede, sin querer seguir el camino ya marcado de todo estudiante, hacer un examen que decidirá en donde trabajara al ser mayor, sin sorpresas y sin posibilidad de grandes aventuras. Pero un día encuentra una nave espacial enterrada que cambiará su vida y la de sus compañeros de aventuras.
Neel es un completo encanto, una especie de elefante que habla, asustadizo y muy amigo de Wim, es agradable desde el minuto uno y con el paso de los episodios se vuelve más independiente sin dejar de tener un gran corazón, vive con sus padres y su hermano menor.
KB, es una niña que usa un visor cibernético conectado a un implante en su cabeza, es muy inteligente, siendo la que repara las partes mecánicas de casi cualquier cosa, es la mejor amiga de Fern y es algo odiosa al inicio.
Finalmente Fern, la autonombrada capitana, es insoportable, trata mal a Wim y Neel que parecieran ser uno o dos años más pequeños que ella, se cree la sabelotodo y aunque cambia un poco hacia el final de la serie no deja de ser insufrible. Se representa una vez más a las niñas inteligentes y autosuficientes y a los niños miedosos e inútiles.
El gran antagonista es Jod Na Nawood (Jude Law) un usuario de la fuerza que desde un inicio se nota que no es una buena persona y que lo único que quiere es aprovecharse de los niños para obtener un tesoro que se encuentra en el misterioso planeta At Attin.
El misterio que envuelve a la serie y la forma en que los niños saben que vienen de un planeta especial no está mal, sin embargo, no logré conectar con los niños y el desarrollo de sus personajes.
Son aventuras bastante básicas que se van resolviendo capítulo a capítulo con los niños esforzándose en regresar a su planeta, además vemos a sus padres tratando de ayudarlos a expensas de su seguridad y la del planeta.
En general fue una serie buena, aunque la única relación que tenga con Star Wars es que aparece un sable de luz, sí, es lo suficientemente entretenida con ocho capítulos fáciles de ver, aunque el cierre se siente un poco precipitado y básico. El final de temporada deja abierta una puerta para una nueva entrega, aunque por el momento no hay confirmación de una segunda temporada.
Como fan de Star Wars puedes darle la oportunidad, cuéntanos en los comentarios tu opinión si es que ya la viste.