Por: Edgar Estrada.
Después de tres entregas, los Guardianes de la Galaxia finalmente llegan a su cierre en una película que, sin duda, dejará satisfechos a los fans de la saga. Dirigida por James Gunn, esta cinta se desmarca del molde de Marvel y nos presenta una historia nostálgica que logra profundizar en algunos personajes de manera impresionante.
En la trama, los Guardianes se encuentran instalados en Knowhere, pero sus vidas pronto se ven alteradas por los ecos del turbulento pasado de Rocket. Peter Quill, aún conmocionado por la pérdida de Gamora, debe reunir a su equipo en una peligrosa misión para salvar la vida de Rocket. Si no logran completarla con éxito, podría ser el final de los Guardianes tal y como los conocemos.
En el aspecto técnico, la película no decepciona, con grandes efectos visuales y un diseño de producción espectacular. Aunque en algunos momentos el sonido puede llegar a saturar, es un detalle menor que no afecta la experiencia en general.
Pero si hay algo que destaca en esta película, es sin duda la música. La selección de canciones es simplemente excelente y nos transporta a la época dorada del rock y la música disco.
Si bien por momentos se puede sentir la mano de Marvel metida en la producción, es evidente que Gunn logra imprimir su sello personal en la película, con una estética incómoda y una rebeldía que no deja indiferente a nadie.
En resumen, Guardianes de la Galaxia volumen 3 es una película que promete emociones fuertes y que logra cerrar la trilogía de manera satisfactoria. Con una historia nostálgica, personajes profundos y una excelente selección musical, es una película que ningún fan de los superhéroes debería perderse.
Tráiler: