Barry Sonnenfeld y su dolorosa experiencia al lado de Will Smith.

Ya que este viernes se estrena en nuestro país MEN IN BLACK 3, les traemos esta interesante entrevista con el director de las películas de esta saga.

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No hay placer sin dolor, dice el proverbio… y el director de Hombres de Negro, Barry Sonnenfeld, lo puede atestiguar. El realizador cinematográfico de 59 años regresa este mes con el esperado tercer episodio de la multimillonaria franquicia Hombres de Negro, pero su trayecto estuvo lleno de golpes e incomodidad causados por Will Smith, su amigo de largo tiempo, colaborador y atormentador físico.

“Durante la filmación de esta película, Will me desgarró el manguito rotador y tuve que entrar a cirugía”, comienza Sonnenfeld, recordando su experiencia en el set con el protagonista de Hombres de Negro III. Mi esposa me tomó una foto en la sala de recuperación, con tubos en la nariz, y se la envié a Will. Su respuesta fue, y lo cito literalmente: ‘¡Eso es divertidísimo’!”

Smith, el siempre bullicioso actor, productor y músico, también le rompió la mano a Sonnenfeld en Wild Wild West en 1999, y además dejó inconsciente al director durante Hombres de Negro II, en 2002. “Me tacleó y me arrojó al suelo. Will no puede dejar de golpear y jugar. Mientras dirijo a Tommy Lee Jones, Will está detrás de mí, me pincha, y siempre hay golpes ilegales. ¡No llega de frente!”

Pese a los bien intencionados roces y tropezones, Smith y Sonnenfeld crearon una notable relación profesional floreciente que hoy en día comprende cuatro películas a lo largo de 15 años. En particular su trabajo en Hombres de Negro, que presenta a un alegre Smith que protege a la tierra contra la escoria del universo junto al ceñudo Tommy Lee Jones, ha demostrado ser dinamita taquillera.

“Debo ser masoquista, pero Will Smith tiene una energía kármica que se contagia, además es muy inteligente,” añade Sonnenfeld al hablar de su relación con el actor. “Fue mi socio en esta cinta en términos de la historia y la realización de la película”.

Junto a su coestrella Jones, Smith es sinónimo de Hombres de Negro, además el actor, dos veces nominado al Oscar, aportó la inspiración para la narrativa de la película. Hombres de Negro III implica un viaje en el tiempo cuando el Agente J, encarnado por Smith, regresa a 1969 con la misión de detener una invasión alienígena. Ahí conoce al joven Agente K, “esta idea se le ocurrió a Will Smith durante la filmación de Hombres de Negro II”, concede el director.

“Una noche Will vino, –él me llama ‘Baz’- y dijo, ‘Sabes Baz, tuve una idea para Hombres de Negro III. Yo debería regresar al pasado para salvar al Agente K y al hacerlo descubriría secretos que no conocemos. Sería genial hacer una versión con un viaje en el tiempo’”. Sonnenfeld sonríe ante el recuerdo. “Yo sólo respondí, ‘¡Primero debemos terminar de filmar Hombres de Negro II!’

Pero la semilla quedó sembrada, así que cuando los realizadores cinematográficos se reunieron más de una década después para analizar las potenciales direcciones de Hombres de Negro III, el viaje en el tiempo surgió de nuevo como concepto fundamental. Sonnenfeld admite que trabajar hacia atrás y hacia adelante en el tiempo abre muchas posibilidades narrativas.

“Con el segundo y tercer acto, en especial con una trama de un viaje en el tiempo, constantemente pensamos que hicimos todo bien, pero después uno de nosotros se despertaba a mitad de la noche y decía, ‘Espera un minuto, si matamos a este tipo, entonces está muerto’”.

“No obstante Will y yo siempre dijimos que lo único que podríamos arruinar sería que en el pasado no hubiera alguien tan bueno y se perdiera la dinámica entre Will y Tommy, pues las películas tratan esencialmente de su magnífica relación”.

El viaje del Agente J a 1969 lo pone en contacto con una versión más joven del Agente K, así que los realizadores cinematográficos querían un actor capaz de igualar la sombría expresión en el rostro de Tommy Lee Jones. Optaron por Josh Brolin, estrella de W.

“Supe que deseaba integrar a Josh tan pronto como leí el guión”, explica Sonnenfeld. “Vi su trabajo en W y fue estupendo. Interpretó a George Bush y no fue una personificación. En verdad creó una versión de George Bush”.

La decisión fue excelente y la impecable interpretación de Brolin coincide con cualquiera que haya hecho el icónico Jones. Los dos hombres dominan el ritmo de comedia. “La reacción filmada siempre es más divertida que la acción filmada”, comenta Sonnenfeld, “y ésta es la razón por la cual el Agente K es un personaje extraordinario”.

“Fui director de fotografía en When Harry Met Sally y aunque la escena en donde Meg Ryan finge un orgasmo fue graciosa, cada vez que hacías una toma hacia Billy Crystal, que no hacía nada, era mucho más cómico”.

Sonnenfeld tiene un profundo entendimiento de la comedia clásica, que cultivó durante su estancia en la Escuela de Cine de la Universidad de Nueva York. Su carrera despegó con su asignación como director de fotografía en el documental In Our Water (1982), nominado al Oscar; luego colaboró con los hermanos Cohen en Blood Simple (1984), Raising Arizona (1987) y Miller’s Crossing (1990).

También trabajó como director de fotografía en Throw Momma from the Train (1987), When Harry Met Sally (1989) y Misery (1990), antes de asumir la dirección del éxito taquillero que recaudó US$190 millones en taquilla, The Addams Family (1991) y su secuela, Addams Family Values (1993). También filmó la popular comedia criminal de John Travolta, Get Shorty (1995).

“Es difícil encontrar buenas comedias con estructura completa y desarrollo de personajes estos días”, dice Sonnenfeld. “Creo que actualmente las comedias realmente divertidas se tratan más de acomodar piezas cómicas. Eso no significa que sean mejores o peores. Es sólo mi opinión.

La buena estructura y conmovedoras relaciones entre los personajes icónicos, subyacen al éxito de Sonnenfeld con Hombres de Negro, por eso él siente que el tercer episodio toca las notas correctas.

“Es divertido ver la primera película con el conocimiento que tenemos sobre el final de la tercera”, dice. “De hecho, ¡es gracioso ver la tercera cinta sabiendo lo que ocurrirá! Creo que la segunda película no tenía bastante profundidad emocional, así que este episodio compensa el anterior. Además Brolin es genial”.

De hecho Brolin, igual que Smith, hizo llorar al director en el set. “Sí lloré, fueron lágrimas de alegría cuando vi la primera escena de Will y Josh juntos”, dice Sonnenfeld. “Lloré porque había funcionado. Decía una y otra vez, ‘Oh, Dios, ¡logramos una película estupenda!’”

Fuente: REVSA.

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