Por: Lynda Guzmán. Recientemente se estrenó en Disney Plus, la miniserie de seis capítulos llamada “La Máquina”, protagonizada por Gael García Bernal y su amigo de la infancia Diego Luna, la que resultó ser una gran sorpresa, con sus luces y sus sombras, te va atrapando poco a poco, con un final lógico y triste por igual.
La premisa de la series es que “tras una terrible derrota, Esteban “La Máquina” Osuna (Gael García Bernal), llega al punto más bajo de su carrera, pero su mánager y amigo Andy Luján (Diego Luna) está decidido a que regrese a la cima, pero una organización nefasta aparece, y lo que se pone en juego es la vida”.
Así que tenemos a estos dos amigos de la infancia, que se conocieron en un momento muy traumático para Esteban, al encontrarse con Andy este se convierte en su protector y posteriormente en su manager como un exitoso boxeador, en el camino ambos ganarán dinero y fama pero perderán mucho personalmente.
Los dos sufrirán apegos que les hace difícil tener una vida familiar estable, el pasado tormentoso de Esteban con su padre, hace que ésta herida emocional contribuya a sus adicciones y a la posterior separación de su esposa Iracema (Eiza González) todo esto aunado a su deterioro físico debido a los golpes recibidos en las peleas de box. . Mientras que Andy lidia con una relación enfermiza con su madre, sus problemas de concepción y la adicción a los tratamientos faciales.
Para que Esteban se convierta en el campeón que fue, Andy hizo tratos con un hombre que ya en el final de la carrera de “La Máquina” cobrará la deuda, este es el detonante para que se descubra que la vida de este boxeador estuvo manipulada por una mafia desde muy pequeño y qué todo lo que ha pasado a lo largo de los años son decisiones que han tomado por él.
Aunque la historia no es perfecta, las actuaciones son convincentes y saben manejar el drama, la comedia y la intriga de una manera efectiva para el corto tiempo de la serie, que es un gran acierto, con más capítulos podrían haber redundado y caer en las escenas relleno, pero acá no tuvieron tiempo para ello, se concretaron en contar una historia y su resolución.
Eso sí, si algo cae en lo que diríamos “relleno” son las escenas que tienen que ver con la relación tóxica y bastante extraña de Andy con su madre (Lucía Méndez), la cual no aporta mucho a la historia, esta es la parte más negativa que le encuentro a la serie.
En general me pareció una muy buena serie, muy fácil de ver en un fin de semana que quieras acabarla sin necesidad de invertir demasiado tiempo.