¿Qué acabo de ver? Es la pregunta que ronda la mente tras enfrentarse a “Kinds of Kindness”, la nueva propuesta del siempre atrevido Yorgos Lanthimos. Este filme, una fábula en forma de tríptico, nos arrastra a un universo tan grotesco como fascinante, donde el poder y la sumisión se entrelazan en historias absurdas y perturbadoras.
Lanthimos, fiel a la esencia de sus primeras películas, nos ofrece un festín de lo inapropiado, donde la incomodidad es constante y la ofensiva es su carta de presentación. Con un humor negro que bordea lo explícito, el director griego nos sitúa frente a tres relatos protagonizados por los mismos actores, donde la dinámica de poder es el hilo conductor.
Emma Stone, Willem Dafoe, y un elenco impresionante, entregan actuaciones increíbles que sostienen este relato cargado de momentos controversiales. Cada escena es un choque sensorial: la fotografía es exquisita, y la música, más que acompañar, se convierte en un personaje más, amplificando la tensión y el desconcierto.
“Kinds of Kindness” no es para todos. Su narrativa es rara, grotesca y, en ocasiones, asquerosa. Es cine arte en su forma más pretenciosa, donde Lanthimos parece regodearse en lo absurdo y lo grotesco, desafiando a su audiencia a permanecer en sus butacas.
El filme es una experiencia que perturba y desconcierta, y aunque no deja indiferente, es posible que muchos se pregunten si realmente valió la pena el viaje. Para quienes conocen y admiran la trayectoria de Lanthimos, este podría ser otro capítulo fascinante en su carrera. Para otros, simplemente un incómodo recordatorio de que no todo el cine está hecho para complacer.
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