La franquicia de “A Quiet Place” se enriquece con su nueva entrega, “A Quiet Place: Day One”, un thriller tenso que explora el primer día de la invasión que llevó al mundo al silencio absoluto. Dirigida por Michael Sarnoski, esta película se destaca por su ejecución meticulosa y su capacidad para mantener al público al borde de su asiento.
Michael Sarnoski ofrece una dirección bien desarrollada que combina terror y tensión de manera efectiva. Su habilidad para crear atmósferas de suspenso a través del uso del silencio y el sonido es excepcional, inmersiendo al espectador en el caos y el miedo.
Lupita Nyong’o y Joseph Quinn encabezan un reparto sólido que eleva la película con actuaciones convincentes. Nyong’o, en particular, brilla en su papel de una poeta que lucha contra el cáncer y se enfrenta a esta nueva realidad con determinación y vulnerabilidad, aportando profundidad emocional a la historia.
A diferencia de las películas anteriores, “Day One” muestra a los personajes en sus primeros encuentros con las criaturas, sin conocimiento previo de cómo enfrentarlas. Esta ignorancia inicial añade una capa de tensión adicional, ya que los protagonistas deben aprender rápidamente a sobrevivir en medio del caos. La trama se desarrolla con una claridad y sencillez que permite una conexión inmediata con la audiencia, centrada en la lucha básica por la supervivencia.
La producción hace un uso magistral del sonido para crear una experiencia inmersiva. Los efectos de sonido no solo intensifican los momentos de terror, sino que también juegan un papel crucial en la construcción de la atmósfera, logrando que el público sienta la presión de permanecer en silencio junto a los personajes.
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