Por: Edgar Estrada
La película Triangle of Sadness, dirigida y escrita por Ruben Östlund, nos presenta una crítica directa al capitalismo y al racismo de clase a través de una fábula con mucho presupuesto. La trama nos sitúa en un crucero de lujo, donde la pareja de modelos e influencers Carl y Yaya son invitados a un yate después de la Semana de la Moda. Sin embargo, una tormenta inesperada pone en peligro el confort de los pasajeros y el equilibrio de poder se invierte.
El guion de la película está bien estructurado y cumple su objetivo de transmitir el asco, pero más que lo gráfico es un asco simbólico a una clase social alta. La cinta es incómoda a propósito, y Östlund nos muestra lo peor de la humanidad a través de los personajes que habitan en este crucero de lujo. Desde el capitán que se niega a salir de su cabina, hasta los ricos invitados que son atendidos por una tripulación que brinda todas las atenciones necesarias.
Woody Harrelson siempre brilla en su papel y se roba la escena, el reparto se termina de conformar con Harris Dickinson, Charlbi Dean, Zlatko Buric, Dolly De Leon, Vicki Berlin, Henrik Dorsin, Sunnyi Melles, Jean-Christophe Folly e Iris Berben, entre otros.
En lo personal la película me parece muy buena sátira, pero creo que no merecía estar nominada a Mejor Película, uno de los puntos que no me gustó fue la actuación, pues la sentí un poco plana, solo resaltando a Harrelson, como ya se mencionó, esa creo que fue la debilidad de la película.
Definitivamente no es para todos, pues algunos la catalogan de asquerosa, otros de muy mala, como siempre los diferentes puntos de vista son bienvenidos y respetados, en lo particular me gustó, pero es la menos merecedora del premio de las 10 nominadas al Oscar en este 2023.
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