Ant-Man and the Wasp: Quantumania, la última entrega de la saga de Marvel, está a punto de llegar a las pantallas y, aunque promete ser una película entretenida, no es probable que se convierta en un clásico del cine.
La película está destinada a ser la secuela de Ant-Man (2015) y Ant-Man and the Wasp (2018) y será la película número 31 del Universo cinematográfico de Marvel (UCM), así como la primera película de la Fase 5. Dirigida por Peyton Reed y con un guion de Jeff Loveness, está protagonizada por Paul Rudd como Scott Lang y Evangeline Lilly como Hope van Dyne.
Una de las mayores fortalezas de la película es la actuación de Jonathan Majors en el papel de Kang El Conquistador, un villano de Marvel que se está presentando poco a poco en el UCM. Aunque la trama de la película en sí es interesante, la actuación de Majors destaca por encima del resto.
La película sigue la exploración de Lang y van Dyne del Reino Cuántico junto con su familia, y su enfrentamiento con Kang el Conquistador. A lo largo de la historia, el énfasis en Kang ayuda a la película a dar un paso hacia algo más grande, en línea con las secuelas de “Guardians” y “The Marvels” que se esperan este año.
La música original de la película está a cargo de Christophe Beck, y, aunque la banda sonora no destaca particularmente, tiene algunos momentos interesantes. Los efectos visuales, aunque impresionantes en muchos casos, tienden a saturar un poco la película.
En resumen, Ant-Man and the Wasp: Quantumania es una película entretenida y una buena adición al UCM, aunque no es probable que sea una de las películas más memorables de la franquicia. La actuación de Majors es, sin duda, uno de los aspectos más destacados de la película, y el viaje psicodélico que ofrece es sin duda una experiencia única. La película se estrena este 16 de febrero y es una cita obligada para los fans de Marvel.