Por: Lynda Guzmán.
El 31 de diciembre de 2021 llegó a Netflix la cuarta temporada de la serie Cobra Kai, que es la continuación de la icónica película de los años 80, Karate Kid, que nos trae de regreso a sus dos personajes principales, Ralph Macchio como Daniel LaRusso y William Zabka como Jhonny Lawrence.
Esta temporada es una de mis favoritas, ya que tiene un gran desarrollo de personajes, al menos de la mayoría, porque Sam LaRusso, es demasiado desagradable, no aprendió nada de todo lo que ha pasado y eso me molesta un poco. La parte más adolescente también me saca un poco de la historia, pero ha mejorado la parte de karate, se nota que los más jóvenes del elenco practicaron sus movimientos.
La relación entre Daniel y Jhonny tuvo un estire y afloje bastante interesante, era obvio que no lograrían resolver sus desavenencias en un dos por tres, el orgullo de ambos, sobre todo de Daniel impiden que se forje una “amistad” o por lo menos un entendimiento entre ellos. Por eso se demostró que ambos superaron ciertos temores al final de la serie, cuando aceptan que ambas formas de Karate puede fortalecer a sus alumnos, como es el caso de Sam.
El mejor personaje de lejos es Robby Keene, tiene un gran crecimiento personal, aunque se haya alejado del Miyagui Do, sus enseñanzas permearon mucho en él, ya que al final se da cuenta que el “Sin piedad” de Cobra Kai es demasiado fuerte, sobre todo cuando ve que con Kenny intentó ser un rol a seguir, lo cual no funcionó demasiado bien. El abrazo final con su padre fue muy lindo, demostrando que él también está empezando a arreglar sus conflictos internos.
El viaje de Sam y Tory es demasiado dispar, como ya dije Sam no ha crecido nada, mientras que Tory es un personaje súper interesante, con una historia familiar muy complicada, que la llevó a drenar todas sus insatisfacciones a través del Karate y la violencia. Su incipiente relación con la señora LaRusso creo que tendrá mucha más importancia en la siguiente temporada, junto con su descubrimiento de la trampa del Sensei Silver, lo cual creo yo, la hará revalorar si continúa en Cobra Kai o no.
Hablando de Cobra Kai, la historia entre Terry Silver y Jhon Kreese, estuvo muy buena, esas debilidades de las que Terry tanto hablaba eran muy ciertas, que nos mostraran como su vida estaba unida por sus experiencias en la guerra y como Kreese se aprovechaba de ello todo el tiempo, le dio matices importantes a su comportamiento y por qué al final Silver decide eliminar de raíz su debilidad haciendo que Kreese termine preso, un cambio que se avisora importante para la siguiente temporada.
Se agradece mucho que esta vez si nos traigan un combate de Karate de verdad, el torneo fue genial, salvo cuando Carrie Underwood canta mientras muestran escenas de combates, eso estuvo raro. Me sorprendió que Miguel renunciara a su pelea y su huida a México para buscar a su padre. Me agradó que Halcón fuera el vencedor del campeonato en la rama masculina, era al que necesitaba, al igual que Tory venciendo a Sam, aunque se desvaneciera su alegría cuando descubrió que Silver le pagó al árbitro para beneficiarla.
En fin, fue una gran temporada, mucho más interesante que las dos anteriores, deja una buena trama para la quinta entrega que de hecho ya está rodada, así que ojalá no tengamos que esperar tanto para verla.