Por: Lynda Guzmán.
Alguien tiene que morir es una miniserie de Netflix, lanzada recientemente, creada por Manolo Caro, que también creó la exitosa serie La casa de las flores, acompañado de un reparto lleno de rostros conocidos, como Carmen Maura, Cecilia Suárez, Ernesto Alterio, Alejandro Speitzer, Isaac Hernández, Carlos Cuevas y Ester Expósito.
La serie consta de tres episodios, ambientada en la década de 1950 en España, cuenta la historia de un joven que regresa al país después de vivir varios años en México, a una familia conservadora, llena de secretos y con un compromiso de matrimonio arreglado que no traerá muchas alegrías.
La serie se basa sobre todo en la homosexualidad y su persecución, la manipulación, el misterio y el maltrato familiar. El problema es que creo que es mucho más ambiciosa de lo que realmente es, las motivaciones de los protagonistas no están bien desarrolladas, vemos a una Ester Expósito con su mismo personaje de Carla en Élite, otra serie de Netflix, solamente que trasladada a 1954.
El protagonista, Gabino (Alejandro Speitzer), es plano, imposible de conectar con él, a lo mejor si el personaje principal fuera más carismático la serie fluyera mejor. Creo que realmente es un desperdicio el talento de Carmen Maura y de Cecilia Suárez.
El final es realmente tonto, innecesario y sin sentido, sobre todo para los personajes de Isaac Hernández (Lázaro) y de Carlos Cuevas (Alonso), a menos que estén pensando en una segunda temporada, que realmente no me apetece. ¿Qué es lo mejor de la serie? lo mejor es que solamente son tres capítulos, de lo contrario creo que no hubiera llegado al final, finalmente opino que si algo no debió existir en primer lugar es esta serie.
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