Por: Lynda Guzmán.
Los dos papas es una película biográfica de género dramático de 2019, basada en hechos reales, dirigida por el brasileño Fernando Meirelles, escrita por Anthony McCarten, además de ser protagonizada por dos grandiosos actores, Anthony Hopkins como el Papa Benedicto XVI y Jonathan Pryce como el Papa Francisco.
A priori se esperaba una cinta que nos contara el lado bueno de ambos personajes, sin embargo, va mucho allá de eso, nos relata pasajes de su vida (sobre todo del Papa Francisco) obscuras o trágicas, que los convirtieron en las personas que eran en ese punto de sus respectivas historias.
Con diálogos poderosos, en los que reflexionan sobre sus vidas, elecciones y sobre todo como lidian con las consecuencias es lo que hace que dos personas tan distintos por idioma, cultura, costumbres pero sobre todo por ideas, al final se acerquen y entiendan que en el fondo no son tan diferentes, como dice uno de ellos, comprender que al final solo son hombres, seres humanos capaces de aprender de sus errores, analizar sus resultados, cambiar o evolucionar para tratar de ser mejores personas y ayudar al prójimo.
Más allá de la religión y aunque no sabes a ciencia cierta si esas charlas profundas, en las que se habla no solo de la vida, política, desigualdad o del catolicismo, son del todo ciertas, encontramos a dos personas vulnerables, con dudas, arrepentimientos y cansancio pero con una fe profunda. Lo bueno de la cinta es que no cae en el romanticismo, sino todo lo contrario, tiene un aspecto divertido que no me esperaba para nada en una película catalogada como dramática.
Los actores y protagonistas absolutos de la cinta son Antony Hopkins y Jonathan Pryce, Hopkins supo retratar al Papa Benedicto XVI, conocido por ser lineal, conservador, que no sabe cómo conectar con las personas, pero que nos presenta una faceta vulnerable hasta cierto punto; por otro lado, Jonathan Pryce, caracterizó de manera genial al totalmente carismático Papa Francisco, alegre, bromista, con ansias de cambio en una institución de dos mil años, pero también atormentado por su pasado. Verlos juntos es un deleite y hasta se antoja una segunda parte.
Un filme rodado Argentina, en los mismos lugares en el que el Papa Francisco estuvo y para el cual se recrearon escenarios de Roma, es una experiencia significativa, en la que reír, reflexionar y entender a los personajes se disfruta y mucho. Antony Hopkins y Jonathan Pryce estuvieron nominados a los premios Globos de Oro, no ganaron, pero se espera que ambos sean por lo menos nominados a los premios Oscar de este año.
Tráiler: